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¿Qué es el contrato Open Book?

Una nueva modalidad para llevar a cabo la construcción de plantas industriales, y que cada día es más utilizada, es el la modalidad Open-Book (OB). En este tipo de contrato el promotor de la instalación y el contratista fijan un precio de coste objetivo para la instalación, y un margen que el contratista cargará al precio de coste.

Por Santiago García Garrido (  Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. )

www.santiagogarciagarrido.com


La modalidad Open Book (OB) para la realización de todo tipo de obras industriales es una variante interesante del contrato EPC, que busca reducir el precio de éste pero en el que también se busca un contratista único para llevar a cabo toda la instalación. En esta modalidad el contratista gestiona la obra completamente y muestra la contabilidad y los gastos en los que ha incurrido, que son abonados directamente por el promotor de la instalación o por el contratista OB, reponiéndole aquel las cantidades abonadas. El promotor conoce en todo momento los costes reales, y conoce además perfectamente el margen que el contratista añade a esos costes, como gestor de la construcción.

 

Hay que recordar que en un contrato EPC en la mayoría de los casos el contratista se comporta como un gestor, que trocea la totalidad del contrato en pequeños paquetes y busca subcontratistas para ejecutarlos. Su papel es de coordinador, y además, asume unos riesgos. Para cubrir esos riesgos, añade no solo su margen de beneficios, sino una cantidad adicional para cubrir gastos no esperados o incluso penalizaciones. 

 

En el contrato OB el promotor se asegura un precio competitivo, ya que ahorra al menos la cantidad adicional que el contratista añade como contingencias, que puede llegar a alcanzar hasta un 10% de presupuesto.

 

Por supuesto, el coste final de la obra estará muy influido por la gestión que haga el contratista. Una mala gestión puede provocar un aumento de costes, y una buena gestión puede ahorrar mucho dinero. Habitualmente, el contratista OB tiene un incentivo añadido para tratar de ahorrar costes en base a una buena gestión de la obra: el contratita recibe un bonus o una penalidad en función de consiga o no ajustarse a un presupuesto determinado, recibiendo un porcentaje del ahorro conseguido sobre ese presupuesto objetivo o un penalidad en su margen en función de lo que se aparte de él. En el caso de que consiga ajustarse estrictamente al presupuesto, sin incremento ni reducción, se estaría en un caso similar al del contrato EPC pero con un ahorro de costes debido a la eliminación de la partida de contingencias.

 

 

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